Terapia de Parejas y Familia
Entrevista a Suzana Stroke
¿Diría que en el S.XXI la pareja está en crisis?
Como yo vengo trabajando con parejas desde el siglo pasado, yo puedo decir que la relación de pareja en general está, por una parte recuperándose de una época de crisis vivenciada de forma poco explícita en diversos ámbitos de la sociedad de hace unos 40 años. Por otra parte, podemos ver más clara y objetivamente temas muy profundos y complejos que están saliendo a flote, los cuales están requiriendo de las personas mucha más atención y dedicación.
-Asegura que la pareja es uno de los mejores lugares para crecer como persona. ¿Por qué?
Porque es el lugar donde aparecen aspectos de uno mismo que no aparecen en otras relaciones. Suelo decir que en una relación de pareja demostramos lo mejor y lo peor de uno mismo. Y justamente por eso es la gran oportunidad de reconocer esos aspectos y transformar el oro falso en oro puro y genuino.
-¿El divorcio es actualmente un recurso del que se abusa demasiado?
No tanto como en el siglo pasado. Como he dicho anteriormente, hay más motivación y compromiso dentro de las parejas buscando un encuentro real y solución de sus dificultades.
-¿El enamoramiento es amor?
El enamoramiento conocido como “pasión” no es amor, es solamente un momento que queremos creer que será eterno. Es un momento donde todo es absolutamente perfecto, somos lo mejor de nosotros mismos, el otro es el ser más maravilloso que existe en la faz de la tierra, y nada más importa. Ese estado dura poco, lo suficiente para actuar como anzuelo para la oportunidad de crear una buena relación de pareja.
Si hay madurez, es posible mantener un enamoramiento en lo cotidiano, cuando la vida se encarga de ponernos los obstáculos para nuestro desarrollo.
-En España el problema del maltrato a las mujeres en el seno de la pareja siguen siendo una cuestión candente. ¿Qué diría al respecto?
Puedo decir que los maltratos son un problema frecuente en muchos países y ocurren más a menudo en las clases pobres donde el rol masculino aún es mantenido como aquel que domina la relación.
Yo diría que maltratos existen de ambos lados, los hombres utilizan a veces la fuerza física para abusos explícitos, las mujeres utilizan la manipulación como forma de provocar rasgos del carácter ya instalados como agresiones en el hombre, y/o disminuir la autoestima masculina. Muchas veces reciben maltratos físicos o psicológicos como resultado de su manera de atacar al hombre.
De todos modos, abusos psicológicos o físicos pueden generar traumas serios para la víctima así como para la familia, y lo que se necesitaría es algún tipo de asistencia social u otra que no sólo proteja a la víctima sino que también aclare el rol del agresor, quien muchas veces es también una víctima.
-¿Cómo saber si estamos en una relación tóxica?
Hay muchos niveles de toxicidad, desde la falta de comunicación que genera indiferencia y agresiones pasivas hasta la relación abiertamente agresiva y destructiva donde las dos personas se sienten conviviendo con un enemigo.
También podemos diagnosticar una relación tóxica cuando hay un acuerdo implícito de comodidad y/o conveniencia.
-¿Hay reglas para el éxito de una pareja?
Sí, en mi visión hay reglas muy claras, por lo menos para empezar un camino de construcción de una pareja comprometida. Puedo nombrar algunas:
– comunicación abierta, sincera, constante
– atención, cuidado y admiración vivida y expresada al otro
– no dejar que la incomprensión, malestar, insatisfacción se acumulen
– cultivar la atracción mutua.
-¿Qué papel juega la sexualidad en la pareja?
Un papel muy importante! Yo diría que una pareja que no vive una sexualidad satisfactoria y siempre renovada, transfiere la insatisfacción para otras áreas de la vida, incluso con la posibilidad de generar enfermedades psicosomáticas.
Desde los años 80 en adelante pude observar que las parejas entraron en crisis por un ansia de “libertad,” proveniente del movimiento surgido en los años 60 cuando el rol de la mujer cambió de rumbo.
Hoy día hay mucho más compromiso y deseo de mantener una relación, aunque las dificultades aparezcan, pero también surge la energía de lucha por transformar la relación de pareja en un lugar más satisfactorio y constructivo.
Podemos observar que el rol masculino está siendo cuestionado, el lugar de patriarca y proveedor ya no es aceptado, y estamos en un momento en que la mujer está necesitando aprender a comprender más profundamente al hombre en vez de ponerse en el lugar demandante y juzgador.
-¿Cómo saber si estamos pidiendo demasiado a la pareja?
El pedir, poco o mucho, no es el problema. El problema es no saber explicitar claramente las necesidades individuales conjuntamente con la disponibilidad de dar en la misma medida.
-Nos quejamos a menudo de que no nos aman o que no tenemos suerte en el amor. Pero asegura que a menudo somos los primeros responsables del desamor que vivimos. ¿Cuáles son las formas más frecuentes que tenemos de destruir el amor?
Lo que más falta en las relaciones de pareja es la comunicación abierta, sincera, constante y continuada.
Hay parejas que dicen hablar mucho entre sí, pero no se dan cuenta que hablan de todo menos de lo que realmente importa, o simplemente discuten transformando un posible diálogo en lucha de poder.
Sin una comunicación honesta las dos personas se distancian y pierden intimidad.
Una gran equivocación es no ver al otro, no interesarse verdaderamente por el mundo interno de la pareja, mirándose demasiado a sí mismo y a sus insatisfacciones. Aún aquellos que aparentemente están volcados en el otro como un hábito de su carácter, no ven realmente al otro, actúan automáticamente.
El culpabilizar al otro, explícita o implícitamente, por todo lo que resulte en insatisfacción propia es otro factor que daña mucho a la relación. El pensamiento de fondo es “si le explico muy bien lo que hace mal, seguramente cambiará, y entonces seremos felices.”
-¿Cómo abrirse al amor?
La cuestión no es abrirse al amor, pues no sabemos realmente qué es el amor. Vivimos sustitutos del amor, provenientes de lo que aprendimos como “amor” desde pequeños.
La cuestión principal sería valorar la relación, aprender a ser verdaderos, honestos, sinceros, y desde allí construir relaciones de amor paso a paso.Si las dos personas deciden ayudarse mutuamente a crecer como individuos, la relación crece, la familia se torna una micro sociedad capaz de ser un ejemplo para su entorno